Personas nacieron con talento. Dentro de una amplia gama de posibilidades nacieron con cierta semilla distintiva, o al menos curiosa, que los hizo ser centro de atención.
Tuvieron suerte.
Yo quisiera ser una de esas personas.
El infierno está en las mentes de aquellos quienes realmente quieren cambiar.
Yo soy uno de ellos.
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